-- Artículo publicado en el LIBRO JUBILAR EN HOMENAJE
AL PROFESOR ANTONIO GIL OLCINA, Universidad de Alicante --
La complejidad para analizar los problemas y los conflictos del agua actual en Canarias tiene raíces históricas que presuponen, para un correcto acercamiento a la misma, una combinación de los aspectos físicos (geológicos, topográficos, climáticos, biogeográficos o hidrogeográficos) con los humanos (culturales, sociales o tecnológicos). En este marco, estas lineas de homenaje al profesor Gil Olcina pretenden hacer una lectura de la situación de Canarias en esta primera década del siglo XXI, pues ya en otras publicaciones de finales de los años noventa, habíamos escrito sobre la problemática del agua en el Archipiélago.
El necesario avance en la implementación de las nuevas tecnologías relacionadas con el agua y los problemas sociales de un territorio con algunos recursos naturales super-explotados y otros infrautilizados, unido a una presión demográfica en aumento y a una economía basada en la especialización productiva en el sector servicios, representan algunos de los nuevos factores a considerar en la problemática del agua en la Canarias del siglo XXI. Así, el conflicto entre el agua para la agricultura y los usos urbano y turístico es un hecho que se ha generalizado en tres islas del archipiélago: Gran Canaria, Tenerife y La Palma. Ademas, la desalinización de agua y la depuración de las aguas residuales se presentan como un proceso importante que ha cambiado una parte destacable de la problemática del agua en Canarias.
En un territorio fragmentado de 7.500 km2, a la demanda urbano turística de agua de mas de 12 millones de visitantes anuales, se une la de una población de mas de 2 millones de residentes, por lo que ya la principal consumidora de agua no es la agricultura, que ha entrado en crisis, tanto por la competencia por su uso (agua y suelo), como debido a otras causas de naturaleza socio-económica. Efectivamente, la presión sobre el mundo rural no solo ha venido de la competencia por el agua, sino también por los procesos de urbanización y los cambios culturales, dada la coyuntura expansiva de la ultima década, ocasionada por los sectores de la construcción y las actividades terciarias, conjunto de factores que han terminado lastrando al sector primario.