Hace pocos días han entrado por nuestros puertos una partida
de papas importadas. Cuesta creer que tal cosa esté ocurriendo en estas fechas,
ya que estamos en plena cosecha y los precios que obtienen los agricultores,
entre 0,30 y 0,60 euros por kilo, ni siquiera cubren los costes de producción.
Solamente cada kilo de semilla para producir dichas papas ha
costado algo más de un euro, a lo que hemos de incorporar los abonos, el coste
del trabajo, y en teoría algún beneficio para quien las sembró, y finalmente el
coste de los distribuidores hasta llegar a los mercas, ya que en la
distribución no suele superar el euro por kilo.