domingo, 6 de diciembre de 2015

Cumbres de Abona y Manolo Marrero


Dentro del crepúsculo general del campo canario, en el castigado y maltratado sotavento de Tenerife tenemos un foco de luz, referencia de un equipo de personas que alumbran y señala caminos. Allí se pone de manifiesto que otro campo es posible, que hay alternativas: la cooperativa Cumbres de Abona genera riqueza, puestos de trabajo, y dignifica paisaje y paisanaje. La cooperativa da prestigio con su buen hacer a los campesinos del lugar, aportando actividad económica en un entorno de tierras baldías y páramos cubiertos de tabaibas y balos entre Agache e Ifonche.

Cumbres de Abona tiene hoy un patrimonio social y material importante. Cuenta con instalaciones como su bodega almazara, fincas de viña y olivos, planta fotovoltaica pero sobre todo la experiencia de casi tres décadas haciendo las cosas bien. Maneja y comercializa algo más de 700.000 kilos de uvas, así como la elaboración y comercialización de más de 500.000 litros de vino. Sus vinos han obtenido primeros premios en Italia, Francia, Alemania, Inglaterra y Canarias (mejor vino de España 2014 de entre 1700): sus logros ponen de manifiesto un trabajo bien hecho por agricultores, enólogos y directivos de la cooperativa en la que Manolo Marrero ha sido un puntal las 24 horas del día. Han levantado un patrimonio trabajando no sólo en mejorar la red de riego, sorribando y preparando el terreno sino también introduciendo y experimentando con variedades locales como ha sido el caso del malvasía de La Palma y otras, experimentando en los suelos locales con viñas y olivos, adaptando variedades productivas y tolerantes al viento y a los suelos locales.

La bodega tiene toda la cosecha vendida en una tierra que importamos más de cincuenta millones de litros año; esto pone de manifiesto que podemos producir aquí con calidad, generando riqueza, aprovechando nuestros recursos en suelos y agua. Riegos de 3 a 4 mil metros cúbicos anuales hacen una hectárea muy productiva, y una familia puede atender hasta 4 hectáreas. En Tenerife tenemos más de 80 millones de metros cúbicos de aguas residuales de origen urbano que debemos depurar. Sólo reutilizando el 50 % de las aguas negras de la isla, podemos regar viña y olivos, almendros, o forraje para ganado, duplicando la superficie actual de plátanos. Son aguas que en muchos casos se están vertiendo al mar con una depuración deficiente y que solo sirvenahora para contaminar nuestras costas.

Manuel Marrero tiene el mérito de haber dignificado a muchos campesinos, generar puestos de trabajo y riqueza en una comarca deprimida. Mientras en otros puntos de la isla tenemos agricultores que no han vendido sus vinos e importamos más de 50 millones de litros, la Cooperativa Cumbres de Abona esta saneada pagando la uva del 2014 y con toda la cosecha de este año ya comprometida. Otro campo es posible, ejemplos como este lo demuestran.

Felicidades don Manuel Marrero y los agricultores de Abona.

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