jueves, 4 de julio de 2013

Pregón de las fiestas de San Benito Abad 2013

Sean estas palabras de encuentro y de reflexión en una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Aquí en La Laguna las manifestaciones religiosas, culturales, el folclore y la cultura del ayer, el artesano el hortelano y el labrador tienen mucho que decir.

San Benito fue propuesto como patrón por el gremio de los labradores implorándole lluvia en el año 1535 ante la pérdida de la cosecha por la sequía de dicho año. En La Laguna se continúa sembrando los secanos de las zonas de medianías, mientras las costas, los baldíos y los genetos quedaban como zonas de pastos.


En los años cuarenta del pasado siglo, tras la Guerra Civil con sus secuelas de racionamiento, estraperlo, y fielatos en Las Canteras y San Benito, llegó el agua con el canal de Araca desde la vecina Candelaria, incorporándose años después el canal Río Portezuelo, desde las cumbres de Arafo.

Estos acontecimientos cambiaron la economía y la sociedad laguneras. En primer lugar, la población comenzó a disponer del líquido elemento; no olvidemos que hasta entonces el abastecimiento de agua era muy precario, con los pobres aportes del Llano de Los Viejos, con capacidad de atender la demanda de poco más de 2.000 personas. La Laguna disponía hasta entonces también de algunas fuentes públicas: Tanque de Arriba y Tanque de Abajo, estando el resto de barrios con gran carencia.

El nacimiento de la romeria en los últimos años de la década de los años 40, institucionalizada en la década de los 50, coincide justo cuando La Laguna se convierte en el municipio con mayor superficie agrícola de Tenerife y de Canarias, precisamente gracias al agua. A partir de ese momento se establece un periodo de auge de la agricultura de regadío y la llegada de agua apta para beber en los hogares laguneros. La Romería nació pues regada por las más de mil pipas por hora del Canal de Araca, agua que pronto baja por el Portezuelo hacia Valle de Guerra y La Punta del Hidalgo, alcanzando San Diego y los valles, y genetos; el burro, animal de compañía hasta entonces, que cargaba con dos barriles de 32 litros deja de acompañar a los laguneros por los caminos.

Pronto esta Romería se convierte en Romería Comarcal, que junto con la del Socorro en Güímar, son las manifestaciones folclórico-culturales de mayor arraigo de la Isla. San Benito tiene raíces agro-ganaderas de campesinos que hacen surcos en las proximidades de la ermita; domina el traje de mago, no el disfraz de mago. Aquí las vacas estuvieron en las calles de San Agustín y Maya hasta hace pocos años, por no hablar de las de Mateo en el Tanque de abajo. Los vecinos han tenido una pituitaria tolerante a las vacas ante conflictos entre los ganaderos y los vecinos con cultura urbanita que quieren vivir en el campo sin vacas, gallos, ni moscas.

Gracias al agua se produce la transformación de La Laguna del pasado, con una economía de agua en aljibe, pozos y escasos manantiales casi inexistente para la agricultura. Desde el Camino La Villa, San Lázaro o San Diego, se solía llevar a los vecinos agua al otro lado de la ladera, en la Fuente de los Álamos, Fuente de los Cuervos y Fuente Mulato.

La transformación fue radical: se pasó de las 8 ó 10 pipas por hora del manantial del Llano de los Viejos a las más de 1.000 pipas por hora que traía el Canal de Araca, desde Araya (Candelaria) entrando en Los Rodeos a partir de 1.932. Posteriormente se une el de Río Portezuelo que va a mojar la piel del municipio hasta Punta del Hidalgo.

Desde el año 1938 La Laguna era el segundo municipio en tomates de Tenerife, solo superado por Güimar. En los mismos años La Laguna tenía solo el 3% del cultivo de plátanos de la Isla de Tenerife, mientras que La Orotava tenía el 25%. Ya en 1960 supera las 400 hectáreas de plátano, con más del 10% de lo cultivado a nivel insular.

Al mismo tiempo, en la misma década de los 60 La Laguna tenía más de 1.600 hectáreas de regadío, cuando en 1950 apenas tenía unos cultivos de tomate en Valle de Guerra o en las zonas de riego entre Tejina y Porlier. Además, continuaba manteniendo más de 2000 hectáreas de cultivo de secano, siendo, sin duda, el mayor municipio agrario de Canarias en ese momento.

La Laguna se ha mantenido como principal municipio agrario de Canarias con más de 4.000 hectáreas cultivadas, disponiendo de regadío en algo más de 1.700 hectáreas.

A la agricultura de regadío se unen los invernaderos, la horticultura, floricultura, plantas ornamentales, etcétera. La cultura agraria no solo echó raíces, trayendo puestos de trabajo, sino que enriqueció la agroganadería convirtiéndola en la principal localidad de vacunos en Tenerife. Se han potenciado los deportes autóctonos y otras actividades relacionadas con los usos tradicionales y la artesanía. Sigue siendo la principal comarca en cultivo de cereales, tanto por la producción de grano como para forraje para el ganado.

En el plano ganadero en la actualidad el municipio tiene más del 40% de las vacas de Tenerife. Hemos de felicitar a los laguneros, que han sido tolerantes con las granjas de vacuno; felicitemos también al presidente de Agate, Pedro Molina y a Telesforo, ganadero y artesano, que hacen posible con su entusiasmo, su entrega y su trabajo de años que esta fiesta no pierda su esplendor, manteniendo una importante superficie de cultivo, que esperemos que para la próxima Romería sigan creciendo en superficie de labranza

Las fiestas de San Benito destacan por su lado religioso y cultural, y sobre todo dignifican el mundo rural, algo tan necesario en los tiempos que corren. La Laguna mantiene la Romería por excelencia del mundo rural de Tenerife, junto a la romería del Socorro en Güímar.

Estos “surcos” quieren ser también de respeto y agradecimiento a nuestros agricultores y ganaderos y a quienes han hecho posible las galerías y canales tan poco reconocidos en esta isla, como el citado Canal de Araca, uno de los más importantes de Canarias que, desde las laderas de Igueste de Candelaria, recorre esa dura orografía para llevar el líquido elemento hasta Punta de Hidalgo, con unos canales que aún se ven colgados desde los acantilados, que se alarga por el Nordeste hechos a base de esfuerzo y tesón.

Los canales de Araca y Río Portezuelo deben ser referencias en nuestra cultura, referencias de economía, trabajo y compromiso en una sociedad más solidaria en la que el campo y la ciudad no estén separados por muros o por acantilados sociales, con leyes de espaldas al campo y a los campesinos. El traje de mago y el folclore deben ennoblecer nuestra idiosincrasia y encontrarnos con el ayer y el mañana, en un campo y en una ciudad más integrados, más solidarios, como de hecho, ocurría en La Laguna en los años 50, tiempos en los que las vacas, cabras y ovejas paseaban y dormían en establos en calles tan relevantes como San Agustín y Maya. No podemos tener un marco de leyes teóricas que no dan espacio ni a que los gallos pongan en hora el despertador en la madrugada canaria.

Social y ambientalmente, el canal y la galería de Araca son también una lección de otra manera de hacer las cosas, ya que hoy no aportan agua. La galería más importante de Tenerife hasta el año 1990, que aportó 180 millones de m3, hoy está seca por la ambición a corto plazo; nuestra naturaleza la hemos de tratar con mucho respeto y cariño.

¡Feliz Romería y Felices Fiestas a todos!
Viva San Benito Abad


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